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Continúa el operativo desalojo

Luego de que les fuera comunicado que deberán abandonar la zona de las veredas para ser trasladados a un predio de venta exclusiva se presentaron las negativas. La intervención de la Policía Metropolitana bajo el operativo desalojo estuvo acompañada de fuertes situaciones de tensión.

Los manteros de los barrios de Caballito y Flores no tuvieron una buena semana. Con la intervención de la Policía Metropolitana debieron abandonar el lugar que antiguamente ocupaban sobre las veredas de esos barrios.
Una disposición del Gobierno de la Ciudad solicito el traslado de los mismos a un predio cerrado para que las personas de ambos barrios puedan hacer uso de las veredas y de la vía pública sin mayores inconvenientes.
El desalojo consistió en operativos de requisa de depósitos y la expulsión de puestos callejeros. Algunos no mostraron resistencia, sin embargo los manteros de la avenida Avellaneda volvieron a instalarse en la zona de desalojo un día después de ser expulsados del mismo.
El segundo día de desalojo, los manteros reclamaron la medida con protesta y quema de basura en las avenidas más importantes que atraviesan ambos barrios.
Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de Gobiernos de la Ciudad, solicito colaboración de los mismos para evitar la represión social de los trabajadores.
Las quejas más comunes incluyen acusaciones de un falso lugar de posible residencia de los manteros. Desde el Gobierno de la Ciudad habían anunciado hace 1 mes el traslado en un depósito que funcionaría como local de ventas para todos los puestos. Sin embargo fueron los propios manteros quienes desmintieron la existencia del lugar y admitieron que en el caso que exista solo localizaría a la mitad del total de los manteros.
La intervención de la Policía Metropolitana se potencio con los integrantes del Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Fiscalía de la Ciudad, además de la Agencia Gubernamental de Control y la Guardia de Auxilio.
El operativo pudo secuestrar más de 400 bultos de calzados, vestimentas, juguetes y otros artefactos listos para la comercialización callejera.
El desalojo prosiguió por la avenida Pueyrredón al 100, donde se pudieron secuestrar además maquinas de coser, grúas, camiones y maquinas moledoras ilegales.
Los efectivos policiales manifestaron que la zona que mayor resistencia presentó fue la de Once. Hubo protestas, y algunos episodios de violencia.
Se espera próximamente continuar con los desalojos previstos y lograr la reubicación de los manteros para evitar prejuicios a la comunidad de trabajadores y al barrio en el que se asientan. Según un informe difundido en diciembre por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), hay 463 puestos de venta ilegal solo en el barrio de Once.