Se dice que la contaminación en Buenos Aires no es solo ambiental ni sonora sino que también ahora se le suma la contaminación lumínica .En esta nota te brindamos los detalles.
La contaminación es un tema pendiente en la agenda de los políticos mundiales. Muchos aspectos
preocupantes para los que los ambientalistas buscan soluciones aparentes.
Sin embargo la contaminación avanza no solo en lo referido al agua sino también en lo sonoro y visual.
La Ciudad de Buenos Aires es una de las principales capitales del mundo que se plantea varias políticas ambientalistas para frenar el avance de la contaminación.
Una de las últimas noticias menciona a la contaminación visual como la nueva problemática que azota a la Ciudad.
El exceso de carteles luminosos, los led y el constante bombardeo de imágenes no solo lastiman la vista sino que además según los expertos coinciden en que perjudica la concentración y aturde el cerebro.
Junto a la contaminación sonora la visual viene ganando terreno. Ambas son las responsables del stress y sus derivados típicas de las grades ciudades.
Los especialistas aseguran que la profusión de letreros viales y publicitarios que se distribuyen de manera despareja en la Ciudad alteran el ánimo de los porteños genera inquietud y desenfoca del paisaje que ofrece una Ciudad arquitectónicamente rica.
Lejos de aliviar la situación las luces LED que indican las calles principales y que cuelga en medio de las Avenidas céntricas fueron objeto de críticas y debates.
Los ambientalistas consideran que más que útil para la señalización son factores de sumatoria para la contaminación visual.
A los semáforos y diferentes tipos de luminarias sencillas, típicas de todo espacio urbano, hay que agregarles los led publicitarios, los banderines amarillos, los anuncios o propagandas políticas, las señalizaciones urbanas y las gigantografías desordenadas y dispersas por la Ciudad.
Mientras que para el gobierno porteño las recientes señalizaciones son sustentables y necesarias para ordenar el tránsito, para los ecologistas el exceso de cartelería va en desmedro del paisaje urbano y es confuso. Este hecho se traduce en el alto nivel de estrés y agresividad de sus habitantes, afirman.
Buenos Aires es considerada una de las Ciudades con mayor contaminación sonora del mundo. Esta cuestión a pesar de haber sido tratada en diferentes organismos ambientalistas de nuestro país no ha mostrado demasiados avances.
Con el objetivo de emular o estar a la altura del turismo de las grandes urbes el Ministerio de Ambientes y Espacios Públicos continúa considerando valida la opción de la carteleria en la Ciudad.
Los puntos de las Ciudades que más contaminación visual presentan son la Avenida Corrientes con 20 carteles luminosos, Avenida Córdoba con 19, Avenida Boedo con 5 y Avenida Del Liberador Con 16.
