Durante años de años en nuestro país y en el mundo, se utilizó un elemento llamado termómetro clínico. Se trata de un pequeño tubo de vidrio que en su parte superior presenta una especie de depósito que contiene cierta cantidad de mercurio. A partir de sus oscilaciones se podrá leer en una escala numerada la temperatura del paciente.
Si bien existen dispositivos digitales, sin duda más eficaces, el más popular resultó ser el que se activa por medio del mercurio. Un elemento venenoso encapsulado en vidrio que se quiebra con facilidad…
A través del convenio de Minamata, sobre salud y ambiente suscripto por la República Argentina junto a cincuenta y dos naciones del mundo, entre ciento veinte y ocho firmantes, se adhieren a la prohibición del uso del mercurio en termómetros, entre otros instrumentales médicos, cosméticos, amalgamas dentales. La disposición entrará en vigencia a partir del 16 de agosto de este año.
El objetivo principal del acuerdo es que para el 2020 no se fabriquen, ni se puedan comercializar productos para la medicina con este componente metálico de elevado poder contaminante.
¿Qué es el mercurio?
Se trata de un metal pesado, consistencia líquida, de color blanquecino plateado, de alta toxicidad que se evapora con rapidez.
Su exposición a los bebés puede derivar en la disminución de la capacidad intelectual, retardo en el desarrollo mental, como así también del área motora. Asimismo puede provocar severos daños en la piel, riñón, corazón y pulmones.
