Fue el sitio del trágico incendio en 2009 donde perdieron la vida seis niños. Antes de mediados de la década de 1980, este histórico edificio ubicado en la intersección de Almirante Brown y Suárez, en el barrio de La Boca, fungió como sede de un banco. Desde entonces hasta el incendio, estuvo abandonado y ocupado. Durante más de diez años, la comunidad ha contado con una ley que propone su expropiación para convertirlo en un jardín de infantes, algo crucial para un barrio con problemas críticos de plazas disponibles. Sin embargo, la ley nunca se aplicó y el plazo para la expropiación expiró. Actualmente, los vecinos de La Boca, organizados en diversas agrupaciones, demandan que se reviva el proyecto, el cual, aseguran, "cuenta con el respaldo unánime del barrio".
En la madrugada del 10 de enero de 2009, las llamas colapsaron la estructura interna del antiguo edificio de dos pisos en Suárez 400, esquina Almirante Brown. En ese momento, alrededor de 25 familias que ocupaban el lugar vivían en condiciones precarias. Seis hermanos perdieron la vida en el incendio: dos niñas de 1 y 4 años, y cuatro niños de 7, 9, 11 y 13. Aunque la tragedia destruyó el interior del edificio, la estructura externa permaneció en pie. La fachada aún muestra el nombre de la entidad propietaria hasta 1985, año de su quiebra: Banco Italia y Río de la Plata (BIRP).
La parte inferior del edificio ha sido intervenida con grafitis por varias organizaciones del barrio, junto con algunos carteles que expresan la demanda que se ha mantenido durante más de una década: "Aquí falta un jardín", proclaman los afiches. Natalia Quinto, integrante de la multisectorial La Boca Resiste y Propone (LBRyP), una de las organizaciones que impulsa la iniciativa, afirma: "Cada año enfrentamos graves problemas de plazas disponibles que terminan en disputas judiciales, y tener un jardín allí ayudaría a aliviar un poco esa situación. Además, desde el punto de vista urbanístico, el edificio actual es un estorbo en una esquina y no tiene ninguna utilidad; podría ser reemplazado por una nueva construcción. Desde cualquier perspectiva, es necesario, por eso cuenta con el respaldo de toda la comunidad".
En 2012, la Legislatura porteña aprobó la ley que parecía respaldar a los vecinos. La Ley N°4.088 declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble en su totalidad, destinándolo a la creación de una escuela infantil de jornada completa, que incluiría jardín maternal y jardín de infantes para niños de 45 días a seis años. Curiosamente, el proyecto, que destacaba "la necesidad existente en el barrio de dicho establecimiento en homenaje a los niños fallecidos en el lugar", llevaba la firma del actual secretario de Seguridad y jefe de la Policía porteña, Diego Kravetz. Años antes, en 2006, su esposa y exministra de Educación, Soledad Acuña, había firmado una iniciativa similar.
"Fue ella quien, como funcionaria, no cumplió con la ley que se promulgó", advierte la integrante de LBRyP. "Las leyes que involucran la expropiación de inmuebles siempre están sujetas a la Ley de Expropiaciones de la Ciudad, que prevé un plazo límite de cinco años para realizarla. Si no se hace en ese lapso, se cae, y como en este caso se dejó vencer el plazo ahora habría que hacer otra ley, pero se han presentado proyectos posteriores que no trataron ni en comisiones", agrega. A mediados de diciembre, LBRyP, junto con el gremio UTE-Ctera y otras agrupaciones del barrio, como Vecinos de La Boca y Encuentro por la Memoria La Boca - Barracas, llevaron a cabo un acto con radio abierta y señalización al edificio para reiterar la demanda del jardín.
Según advierten, la disponibilidad de plazas para el nivel inicial es escasa en todo el barrio. Aunque en los últimos años se han sumado otros dispositivos, como los Centros de Desarrollo Infantil (CEDI) y Centros de Primera Infancia (CPI), ninguno de ellos cuenta con las características propias de un jardín de infantes. "Son lugares donde se cuida a los niños, donde se los deja con ese objetivo, pero sin proyecto pedagógico", sostiene Quinto, que añade que, incluso en esos dispositivos, "a veces hay lugar y a veces no".
La falta de establecimientos educativos y la consiguiente crisis de plazas es solo uno de los muchos problemas por los que La Boca ha sido declarada, por ley, en "emergencia urbanística y ambiental en lo referido a vivienda, servicios, equipamiento, espacios verdes y actividades productivas" desde 2006. La integrante de LBRyP informa que en las discusiones de la unidad ejecutora de recuperación del barrio, en la que participan representantes de la Jefatura de Gabinete, del Ministerio de Hacienda y del Instituto de Vivienda de la Ciudad, "se incluyó la propuesta del jardín, pero la verdad es que nunca avanzó".