distrito tecnologico

El negocio que genera el Distrito Tecnológico

Luego de su inauguración la zona ya no es la misma. Cotizaciones en alza, y cada día más interesados en una zona que antes del distrito sólo era un rincón olvidado en la Ciudad.

La zona se vio muy favorecida por la creciente poblacional que aumento significativamente gracias a la presencia del distrito tecnológico.

Los análisis respecto al futuro que promete el lugar no son sólo a plazo corto sino que además ofrecen ventajas e interesados en un futuro no muy próximo del lugar.

El predio abarca más de 200 hectáreas y los barrios de Parque Patricios, Nueva Pompeya y Boedo.

Estos barrios en sus zonas más cercanas al distrito, se ven favorecidas en cuanto a la rentabilidad de edificios o terrenos.

Delimitado por las avenidas Sáenz, Boedo, Chiclana, Sánchez de Loria y Brasil, y las calles Alberti, Manuel García y la avenida Amancio Alcorta, representa un nuevo espacio con muchas proyecciones futuras.

No obstante las calles internas delimitada por estas grandes avenidas, hacen uso de los beneficios de la cercanía. Por ejemplo, ciertos edificios como Rondeau, Patagones u otros hacen uso de la jerarquización del lugar.

Las empresas con finalidad de venta de artículos de tecnología, o los circuitos relacionados a la comunicación ponen sus ojos en la zona.

La finalidad del distrito consiste en la promoción y desarrollo de lo tecnológico y el incremento del recurso humano relacionado a la comunicación, manejo de software y herramientas tecnológicas de gran alcance.

El proyecto comenzó en 2009 con una gran repercusión luego de su inauguración.

Luego de 2 meses de su apertura ya se habían radicado más de 200 empresas en la zona.

Sin duda el movimiento interno de los barrios cercanos se vio favorecido en cuanto a la comercialización de productos de toda clase y a la seguridad que representa tener un espacio tan vigilado en sus cercanías.

La zona cambio de cara. De ser un lugar prácticamente desértico se sumaron más de 52 oficinas de gran categoría y presencia.

Los vecinos de la zona también se vieron en la obligación de refaccionar sus propiedades o ponerlas a la venta con un valor mucho más sofisticado del que habían adquirido las propiedades en su momento.

No obstante, las inmobiliarias de la zona hablan un futuro mucho más prometedor aún que el presente. Algunos se refieren a lugares incluso no explotados y tampoco ofrecidos hasta el momento públicamente.

Las cifras muestran una similitud de precios por metros cuadrados similares a los de Barrio Norte o Puerto Madero.

En su mayoría, las construcciones del momento son oficinas y departamentos de 2 ambientes para uso profesional.