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Los adoquines molestan a los vecinos

Una gran cantidad de pedidos al Gobierno de la Ciudad exigen retirarlos de la vía pública. Sin embargo representan un símbolo inconfundible de porteñidad alusiva. Una lucha entre el benéfico y la tradición.

Los adoquines son un  clásico en algunos barrios porteños. Sin embargo la molestia que ocasionan comienza a degenerar en reclamos y pedidos de reemplazo por asfalto para los mismos.

Barrios como La Boca o San Telmo donde los adoquines son un clásico se debate entre la importancia simbólica de los mismos como patrimonio histórico o bien la incomodad que genera para los transeúntes de la zona.

El Ejecutivo envío un proyecto de Ley a la Legislatura Porteña para que se permita asfaltar encima o reemplazarlos en los próximos meses.

Los rieles de los tranvía, los vagones de madera de la Línea A de subtes y los colectivos antiguos son un símbolo de tradición, antigüedad e historia al igual que los adoquines. Sin embargo son estos últimos los que generan molestia entre los vecinos.

Así todo parecería indicar que los adoquines de la Ciudad tienen las horas contadas.

Según fuentes oficiales el Gobierno de la Ciudad estaría en condiciones de retirar los mismos si el proyecto de la Legislatura se aprueba.

El plan es retirarlas paulatinamente de a 5 mil cuadras  hasta terminar con la totalidad. Este comienzo representaría la aniquilación del 21 % de los adoquines de la Ciudad.

Por su parte de ser probado el proyecto el Ministerio de Ambiente y Espacios Públicos colaborará con la tarea de asfaltado y removición de los antiguos adoquines.

A pesar de las expectativas que genera en algunos vecinos la libre circulación y  la comodidad que promete, según la ley 4806/13 los adoquines son patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

En principio se había indicado la solicitud de reparar los adoquines en malas condiciones para evitar removerlos en su totalidad, sin embargo el proyecto fue rechazado debido al costo 9 veces más elevado que reemplazarlos en su totalidad. Como si la cuestión económica fuera poca non existen muchos operarios capacitados para trabajar en adoquines de ésta envargadura.

Debido a esta cuestión se prevé que los adoquines sean removidos en su totalidad para luego ser reemplazados por el asfaltado pero bajo la condición de establecer un destino fijo para los adoquines  removidos.

Más allá de la importancia  cultural e histórica de los de los adoquines, la realidad indica que su utilidad va más allá de lo pensado.

Según los expertos los adoquines drenan el agua de la lluvia como ningún otro material en la Ciudad y naturalmente reducen la velocidad de los automóviles por lo que son seguras para las zonas donde circulan niños.

Los meses de verano en la Ciudad de  Buenos Aires siempre ha significado un problema para los vecinos por los reiterados cortes de energía que se producen por el consumo excesivo y las altas temperaturas. Sin embargo los barrios que aún conservan los adoquines no sufren de igual forma las altas temperaturas debido a que los adoquines permiten disminuir la temperatura por la conservación de la humedad.

Quedará pendiente ver que se resuelve y si la resolución es la mejor alternativa.