glaucoma

Glaucoma

Su origen se encuentra en el incremento de la presión intraocular a valores altamente dañinos al nervio óptico, cuya consecuencia es la pérdida de la visión y la precisión visual. En el comienzo, suele no presentar síntomas. Es la segunda causa de ceguera en el mundo, después de la catarata, por lo que desde una detección y tratamiento precoz, se puede enfrentar esta realidad, disminuyendo de manera sensible la tasa de nuevos casos. De acuerdo con recientes datos estadísticos, esta patología, afecta a alrededor de cuarenta millones de personas a nivel mundial y a dos millones en nuestro país. Si bien se puede despertar en cualquier edad, se puede decir que a partir de los treinta y cinco, hay que estar atento hacer las consultas médicas correspondientes y más aún, desde los sesenta años en adelante. De aquí la importancia del control médico oftalmológico, la toma de presión ocular y el fondo de ojo. Es bueno saber que si bien no tiene cura, puede ser controlado con medicamentos, la utilzación de láser ó cirugía. Cabe destacar que si se padece diabetes, miopía, ó un familiar directo tiene glaucoma, aumentan las posibilidades de tener el mal. Algunas señales como para tener en cuenta y concurrir de inmediato a una consulta con el profesional oculista. -Dificultad a adaptar la vista en lugares oscuros. -Cambio frecuente de anteojos. Pareciera que ninguno es satisfactorio. -Pérdida de la visión lateral. -Arco-Iris en forma de anillo alrededor de las luces. -Complicación para enfocar objetos que se encuentran muy próximos.