La mayoría de las mujeres intentan llegar de diez al verano lo cual no está mal pero sin embargo los especialistas asegura que las personas a esta época del año se sienten más motivadas y por ende el esfuerzo suele doblegarse .Los resultados se ven más rápido de lo que imagina, Los detalles de una nota imperdible.
Las personas comúnmente empiezan el entrenamiento en los meses de agosto o septiembre a fin de llegar lo mejor posible al verano.
Sin embargo aquellos que comienzan un tratamiento en diciembre suelen ponerle mucho énfasis para notar resultados rápidos que aquellos que comienzan con poca predisposición en septiembre.
Más allá de que en verano están las fiesta de por medio donde nos vemos tentados a saborear las delicias, las personas comen mucho menos en la temporada de calor. Además consumen muchas frutas, ensaladas y beben mucho liquido lo que favorece el tratamiento de reducción.
La alimentación es fundamental para llevar adelante cualquier tratamiento de reducción de peso o desintoxicación del organismo..
Generalmente en invierno las personas comen el doble y se nota menos por lo que las personas a pesar de iniciar tratamientos de reducción no sienten demasiada urgencia en ver resultados.
La ropa liviana, ligera y trasparente que se usa en verano deja en evidencia nuestros excesos por lo que nos apresuramos a ponernos en forma.
La iniciativa, las expectativas de ver resultados rápidos y la quema de grasa producto del calor son generadores de cambios drásticos en algunos casos de nivel 1.
Cuando las mejoras son muchas lo ideal es comenzar mucho antes del verano pero segur una rutina muy específica de ejercicios y alimentación sana.
“La alimentación es un factor muy importante a la hora de arrancar cualquier actividad física. Siempre se recomiendan cuatro comidas principales: el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena”, explicó Juan Pablo Potilicky, Licenciado en Nutrición de la Estación Saludable de la plaza Rubén Darío, en Recoleta, y agregó: “Depende de cada persona y del tipo de actividad, se pueden hacer de una a dos colaciones entre las comidas principales”.
La mayoría de las personas cometen el error de considerar solo las ensaladas y las futras como alimentación saludable cuando lo ideal es intentar lograr el equilibrio.
Los cereales, las legumbres y demás carbohidratos también son fundamentales para una dieta saludable.
“Pasan por menos procesos industriales y mantienen y conservan las propiedades, como la fibra, que aporta más saciedad y da energía a largo plazo, a diferencia de las bebidas azucaradas, las golosinas o las facturas y amasados, que al tener azúcares simples y grasas, aportan energía pero que se va muy rápido y, si no se usa, se almacena en forma de grasas”, manifestó el nutricionista.
La carne tan mal vista por muchos no constituye en lo absoluto el cuco de toda dieta siempre y cuando sea equilibrado el consumo.
´Esto nos aporta al cuerpo las proteínas que son importantísimas para mantener la masa muscular y para cualquier tipo de entrenamiento” .agregó.