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Inseguridad

Pese a los esfuerzos de las autoridades en llevar adelante una política tendiente a garantizar la tranquilidad a miles de porteños, las noticias y los acontecimientos continúan con si fuera al ritmo de una patética cultura acuñada en la última década, de la cual, pareciera difícil salir…

Nada justifica estos lamentables hechos, nada. Existen sí dos ingredientes detonantes en la personalidad de quienes atentan día a día contra la paz pública, el total desprecio por la vida…y el odio… etc…

Lo concreto es que el sábado último, alrededor de las siete de la mañana, en avenida Castañares al 4500, Juan Simón, 30 años, bombero perteneciente al Cuartel X de Lugano en comisión en el II de Patricios, tuvo ganas de comer un alfajor cruzó al kiosco y fue interceptado por tres malvivientes. Luego de despojarlo de todas sus pertenencias, incluida el arma, al encontrar la credencial de la Policía de la Ciudad, le dispararon al menos en seis oportunidades. Los balazos  impactaron en la mano izquierda, clavícula y tórax.

Simón se recupera en el Hospital Churruca, y su estado es fuera de peligro.

Un familiar del agente, que no se identificó, señaló que Simón además del shock emocional por la violencia del momento vivido, se siente triste por el tiempo que estuvo tirado en el suelo con seis heridas de bala, por haber percibido como los vecinos bajaban las persianas y nadie se acercó a auxiliarlo…

Los delincuentes se dieron a la fuga y los vehículos en los cuales se desplazaban, aparecieron incendiados.

Interviene la Fiscalía Nacional Criminal Correccional N° 9, entre las primeras medidas, dispuso el análisis de las cámaras de seguridad de la zona.