En una etapa inicial del desarrollo de los niños, la plaza es de suma importancia .Allí aprenden el contacto con sus pares, sus primeras experiencias directas con el concepto de compartir, interactuar y socializar. En esta te brindamos detalles para que hagas de las jornadas de plaza, una etapa inolvidable.
Que sería de las plazas sin el ruido de la sonrisa de los niños o los padres acompañándolos
en esta etapa tan importante..
Ellos llenan de colores cualquier espacio de la Ciudad al aire libre donde haya juegos y entretenimientos.
La plaza tiene reglas que no son aplicables a los niños sino también a los adultos. Respetarlas hará que el crecimiento sea no solo de los más pequeños sino también de los padres.
El espacio de interacción de los niños es muy importante. Allí aprenden a jugar con los demás, compartir sus juguetes, disfrutar de la camarería, aprender nuevas tácticas de diversión y medir la destreza con los pares.
Compartir los juguetes y el aprender a esperar el tiempo necesario para ls juegos es una de las primeras enseñanzas del mundo placero.
Los padres sin embargo no deben solo mirar pasivos el movimiento de los hijos sino comprometerse en la interacción, mostrar interés en el aprendizaje de los mismos y observarlos en la distancia sin perder de vista la forma en que ellos se relacionan con los demás.
La participación de los padres es muy importante en esta etapa. La mayoría de los niños construyen su personalidad allí y la forma en que son recibidos entre sus pares constituye su conducta social futura. Es por ésta razón por la que es importante que como padres estemos pendientes de ellos a pesar de dejarlos jugar con libertad.
Los padres no deben interferir en peleas ni participar de discusiones de niños. Tampoco debemos retar a nuestros hijos públicamente delante de sus pares.
Las plazas son espacios para que ellos pongan a prueba lo aprendido en casa, los conceptos de espera, paciencia, tolerancia y respeto por el otro y por lo del otro.
Los rastrillos, baldes y palas para jugar en la arena o bien las bicicletas, monopatines, rollers, triciclos, pata patas, pelotas, camiones y muñecas en algunos casos son los protagonistas de las plazas porteñas los fines de semana.
Es gracias a la plaza donde los padres podremos darnos cuenta cómo será el desenvolvimiento de nuestros hijos en las guarderías.
Ahora bien qué pasa si nuestro hijo no desea compartir ni jugar con otros chicos?
Marisa Russomando, psicóloga especialista en crianza y maternidad, asegura que se trata de un tema de consulta frecuente y aconseja, como regla general, considerando la promoción de una sana convivencia, "que los niños aprendan que cuando hay otros niños -cualquiera sea el espacio- aquellos juguetes que se llevan son para compartir". Así de simple: nos guste o no, lo que se lleva se comparte. Para evitar conflictos, Russomando recomienda dos opciones: o no se lleva nada o que antes de salir que el/la niño/a decida qué quiere llevar sabiendo que eso deberá ser compartido.