Los tradicionales bares de la Ciudad de Buenos Aires poseen sus secretos. Son estos los que lo hacen perdurar a través de varias generaciones de porteños. En esta nota te desvelamos cuáles son esos detalles que convierten a algunos cafés porteños en bares destacados. Los cafés porteños son un clásico de la Ciudad. Los hay modernos, tradicionales, históricos y notables. La escritora Liliana Heker realizo una lista de cafés destacados dentro de la Ciudad y explico cuales eran los motivos del porque estos sobresalen de generación en generación por sobre los demás. Heker recuerda que en los años 1960 visito por primera vez el “Café de los Angelitos”. Su impacto fue tal que manifestó : "Nunca voy a olvidar ese momento en el que entré un viernes a la noche. Yo era una transgresora total, en mi casa estaban aterrados; tenía 16 años y me iba a un café que desconocían a encontrarme con artistas", recuerda y ríe. El 26 de octubre se celebro el día de los cafés porteños, motivo por el cual el grupo cultural Los Notables organizó una charla en referencia al tema. La escritora rememoró la magia de los cafés porteños como el Tortoni que tantos momentos de la historia porteña vivió, o aquel como Café Margot que guarda tantas voces de personajes populares de la cultura argentina. Existen la Ciudad de Buenos Aires unos 100 bares reconocidos oficialmente como notables según el Ente Turístico Porteño. Del total de 3000 que existen en la Ciudad solo unos pocos de ellos lograron la trascendencia histórica y el reconocimiento como notables en la Ciudad más existente de todas. "Creo realmente que los cafés son lugares mágicos. La historia de los porteños pasa por los cafés y son lugares donde se preserva algo maravilloso, la discusión, el encontrarse con uno mismo y los seres queridos", relató Heker. La escritora pasó gran parte de su vida en el barrio de Almagro. Allí pudo familiarizarse con la esencia de los cafés porteños. Más tarde se mudó al barrio de San Telmo donde reside desde hace casi 30 años. Heker mide a los cafés notables por la trascendencia que lograron. En su charla rememoró al almacén Don Francisco, ubicado en Cangallo y Bulnes."Yo podía ir porque no había que cruzar la calle", afirma. "Al lado había un lugar que de chiquilina miraba de afuera, era el despacho de bebidas. Ahí no podía entrar. Ese lugar prohibido y tentador hoy es uno de los bares notables de Buenos Aires, el Boliche de Roberto", recuerda. Entre los bares que recuerda surgen reminiscencias de las Violetas y La Ideal. Los cafés tradicionales y notables tienen la magia de atraer a cuantas personas visitan Buenos Aires. Son aquellos lugares donde la charla es más manea y el ambiente se presta para tratar temas profundos. Café y Literatura están íntimamente ligados. Hay un vínculo indiscutible entre ambos. Hay una particular preferencia de los más renombrados escritores e intelectuales argentinos por algunos cafés cuya magia atrapo a muchos.