Roux-Ocefa

Festejan la reapertura del primer laboratorio farmacéutico recuperado del mundo.

Los trabajadores del ex laboratorio Roux-Ocefa, luego de 3 años de lucha, conformados en una cooperativa llamada Farmacoop, lograron el respaldo de la justicia federal para reanudar la producción de fármacos.
El Juez nacional de Primera Instancia en lo comercial, Sebastián Sánchez Cannavo, les concedió la autorización provisoria por el lapso de 90 días, a la Cooperativa de Trabajo Farmacoop LTDA, para que continúe con la explotación de la dos plantas del laboratorio farmacéutico, ubicadas en las calles Medina 138 (Villa Luro) y Piedrabuena 3253 (Villa lugano), otorgándoles sus certificados y sus marcas.
De esta forma se convirtió en el primer laboratorio farmacéutico recuperado del mundo, ya que no existe precedente alguno de un caso así en otros países.
La Cooperativa Farmacoop la integran 65 trabajadores de la ex - empresa farmacéutica, y que con la continuidad que les dieron para operar en las dos plantas, prevén sumar al plantel 120 trabajadores en un año. Aunque les falta todavía la habilitación de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica del Ministerio de Salud) para volver a fabricar medicamentos, suponen que en lo inmediato se la concederán.
La gama de productos que produce este laboratorios comprende todas las especialidades de la medicina, se producen más de 70 productos en diferentes presentaciones, comprimidos, capsulas, polvos, cremas, gotas, jarabes, inyectables y es una empresa líder en terapia intravenosa, productor de los sueros medicinales.
El laboratorio Roux-Ocefa fue fundado en 1935 por el francés Julián Augusto Roux, quien se radico en la argentina transformándose en un pionero de la industria farmacéutica. Con su fallecimiento en 1975, heredan la empresa sus hijos Marta y Julián Andrés, este último género la transferencia del patrimonio del laboratorio en provecho propio, dejo de pagar salarios y de realizar aportes jubilatorios de los empleados fundamentando problemas financieros y en el año 2017 pretendió suspender a todo el personal. Comenzó así a desviar dinero en concepto de canon a una empresa fantasma, una firma farmacéutica uruguaya que luego la justicia demostraría semejante estafa. A fines del 2018 un juez federal decreto la quiebra de la empresa, luego los trabajadores hicieron una cooperativa para garantizar su continuidad en manos de ellos, y que hoy luego de tres años consiguieron lograrlo.