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La Línea E: de noche un mundo diferentes

La línea de Subte E que une los extremos de Plaza de los Virreyes y Bolívar atraviesa un momento de mejoras y restauración. Cuando termina el día comienza el movimiento de los restauradores sobre la vía. Una imagen impactante que hace pensar en los mundos posibles en un mismo lugar.

La Ciudad comienza a detenerse alrededor de las 21hs.Sin embargo cuando los trenes se detienen comienza el trabajo nocturno donde las luces se encienden y los trabajadores inspeccionan con detenimiento, realizan pruebas y movimientos acordes.
El universo paralelo se ilumina dentro de las oscuras vías del subterráneo y el movimiento deja de ser silencioso.
A un ritmo de un poco más de 50 metros por noche, una cuadrilla de 30 trabajadores baja a los túneles para cambiar los 10 kilómetros de vías que separan Bolívar de Plaza de los Virreyes
La Línea E que atraviesa parte de nuestro barrio fue inaugurada en 1944 y sus túneles son el reflejo de aquellos años.
Desde hace dos años, y a un ritmo de un poco más de 20 kilómetros de ida y vuelta por noche, una cuadrilla de unos 30 trabajadores baja a los túneles para cambiar los 10 kilómetros de vías que separan Bolívar de Plaza de los Virreyes.
A partir de la medianoche Metrovias corta la electricidad que alimenta el movimiento de los trenes y desde los talleres de Flores llegan unas formaciones adaptadas que transportan los nuevos materiales.
El movimiento de un camión con ruedas dentro del túnel ilumina la vía. Se utilizan camiones porque sus motores no generan tanta contaminación del aire como una locomotora diesel, lo que dificultaría el trabajo bajo tierra. Excavadoras, quebrachos y maderas forman parte del escenario de remodelación.
"Lo más duro ya pasó", explica Miguel Centurión, mientras descansa tras haber hombreado los durmientes. Desde hace cuatro meses forma parte de la cuadrilla y a pesar de la intensidad de la tarea no se queja: "En otros lugares se labura más horas".
Según detalla Ignacio Echegaray, jefe de Inspección de vías de SBASE, los nuevos rieles, que fueron comprados en España, descansan sobre durmientes de hormigón de fabricación nacional y balasto (piedras) de una cantera de Olavarría; los cruces que permiten cambiar de vía vienen de República Checa.
La opinión de los motorman es muy importante. Son ellos lo que advierten cuando algo no funciona bien o resulta extraño.
La autoridad se lo dan los años que llevan conduciendo de un tramo al otro el subte.
"Pase lo que pase, a las cinco el show comienza de nuevo. No hay espacio para fallar, casi no hay margen para errores", remarca Eduardo de Montmollin, presidente de SBASE. Todo tiene que quedar preparado y limpio para que miles de personas lleguen a sus trabajos y de vuelta a sus hogares. Como si nada hubiera ocurrido.
La renovación completa, que tendrá un costo final de alrededor de USD 100 millones, estará lista en diciembre. El próximo 25 de mayo quedara inagurada además un nuevo tramo para la Línea E que pretende extender su recorrido.