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Contaminación y stress : la contra de vivir en la urbe porteña

Estos son solo algunos de los factores negativos de vivir en una Gran Ciudad, a pesar de las grandes ventajas, Buenos Aires tiene su lado oscuro. Los detalles.

Una Gran Ciudad como Buenos Aires puede ser el sinónimo de una vida más cómoda, con mayores oportunidades laborales y salidas económicas para otros. Sin embargo las desventajas también suelen echar a perder el sueño dorado.
La Contaminación, el stres diario y la depresión son algunas de las patologías comunes en las que suelen perderse los habitantes de las grandes urbes.
Por ser una Ciudad grande, Buenos Aires es el órgano del cuerpo humano y el que más expuesto esta a los agentes externos. El ritmo de la vida misma, el movimiento al que te obliga vivir una Ciudad grande como Buenos Aires ocasiona que muchas veces la alimentación no sea la adecuada y esto afecta directamente la apariencia de los porteños.
Sion embargo el envejecimiento prematuro no sería el único inconveniente que presentan los porteños sino que muchas veces enfrentan efectos graves de radiación solar y la exposición prolongada a la tecnología.
La mayoría de las consultas estéticas por envejecimiento prematuro se dan en la Ciudad de Buenos Aires. La preocupación estética de los porteños parecería no ser la obsesión por una piel libre de impurezas sino detener el paso del tiempo acelerado.
El consejo de los especialistas no se limita solo al uso de los protectores solares sino también a intentar cortar con la rutina y relajarse.
La radiación infrarroja y la luz visible, sobre todo en el espectro del color azul, favorecen el envejecimiento cutáneo, provocando la destrucción de parte de las fibras y de la matriz dérmica y la formación de radicales libres.
"La contaminación es un factor que se suma al efecto de la radiación UVA, se puede hablar de la fotocontaminación. Con el incremento de la contaminación urbana, existe más envejecimiento de la piel, más manchas y una mayor formación de arrugas, al haber más exposición a partículas pequeñas, a niveles de dióxido de nitrógeno y a niveles altos de ozono". Así lo explicó la médica dermatóloga Laura Mijelshon (MN 72517), quien añadió que "el tabaquismo y el exceso de alcohol favorecen el desarrollo de arrugas y afectan directamente a la piel, que pierde el brillo y su tonalidad natural".