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Crece la producción de Libros infantiles en Buenos Aires

Según la Cámara Argentina del Libro la producción de libros infanto-juveniles va en aumento. El intelectualismo desde la niñez exige cada día más variantes en la literatura. El incentivo a la lectura desde la niñez parece estar dando sus frutos. La producción editorial aumento considerablemente en los últimos años llegando al tope este último semestre de 2016. Según los libreros de la Ciudad de Buenos Aires, la literatura infanto-juvenil ocupa el tercer puesto del genero más vendido en la Ciudad. En primer lugar se encuentran los libros de Ciencias sociales e historia argentina y en segundo lugar los relacionados a críticas y estudios literarios. Según la titular de la Cámara Argentina del Libro, Graciela Rosemberg, la Literatura Juvenil comenzó a exigir más cuidado y producciones más jugadas en los últimos tiempos producto del aumento del consumo en el género. "La edición de libros infantiles es uno de los rubros que más creció en los últimos cuatro años en el mercado editorial argentino, y la calidad de su producción ha sido destacada en mecas del género, como la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bologna", subrayó Rosenberg. La Feria de Bologna es un evento de Literatura Infantil muy popular en España. Éste año galardonó con el premio New Horizonns al libro argentino “Abededario”. El jurado que participa de la elección de los premios en dicha feria son muy demandantes y poseen un reconocimiento a nivel mundial por la exigencia a la producción literaria no europea. Como si fuera poco los libros el zorro rojo, sello gráfico fundado en 2004 con un pie en Buenos Aires y otro en Barcelona por el argentino Sebastián Garcí¬a Schnetzer y el español Fernando Diego García, fue distinguido como Mejor editorial europea. En un momento complejo para las librerías del país, donde se habla de caídas drástica en el mercado , la producción infanto- juvenil da buenos resultados. La apertura de la importación de libros a Argentina o el fin de las restricciones al ingreso de libros impresos en el exterior que opera desde comienzo de año, se traduce, ocho meses después, en "un aumento del 60 por ciento de las importaciones y un descenso del ocho por ciento de las exportaciones". Y a este panorama se suma "una merma de los libros impresos en el país según las imprentas", donde el crecimiento de libros infantiles y juveniles responde, entre otras cuestiones, a "compras realizadas por el Estado en los últimos cinco años, destinadas a escuelas y bibliotecas principalmente", señaló Rosenberg.

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