Las campañas de concientización respecto al uso de pirotecnia impactan fuertemente en la conciencia de los porteños. Se prevé un año nuevo moderno y menos ruidoso.
Una nueva conciencia en contra de la contaminación acústica pareciera invadir la conciencia de los porteños.
Fuetes propagandas a favor del silencioso festejo de fin de año, aluden al mal uso del pirotecnias y sus efectos nocivos para la Ciudad de Buenos Aires.
Organizaciones en defensa de los animales, solicitaron a través de fuertes campañas de concientización el pedido de un año nuevo sin tanta pirotecnia.
Los ambientalistas se sumaron a ésta iniciativa con fuertes propagandas respecto a la contaminación del aire y del cielo bajo el lema "un 2016 a cielo limpio".
Más allá de los daños ambientales, la contaminación acústica, y el efecto negativo en los animales, se suman las alertas por mal uso de las mismas que derivan en accidentes domésticos graves.
El centro del quemado, ubicado en el barrio de Caballito, alerta sobre estas cuestione y se suma a la lucha contra el uso de pirotecnias.
Se estima que éste año debido a las fuertes campañas de concientización, que viene sumando adeptos desde hace 3 años, se reducirá un 35% el uso de fuegos artificiales para recibir el 2016.
Ya en a navidad se registró un descenso del 28% en los festejos con cohetes, fuego artificiales y demás derivados.
Contrariamente se incrementó la venta de globos dispersores de luz y buenos deseos sin el uso de pirotecnia.
Pareciera ser que las familias porteñas optaron por llenar sus globos familiares de deseos silenciosos y enviarlos al aire sin necesidad de hacer en el bullicioso festejo.
Si bien la Ciudad de Buenos Aires es pionera en ésta nueva modalidad silencioso de festejo, algunas ciudades del interior del país lo asimilaron con igual éxito.
En Guatraché, una Ciudad de la Pampa con 4.000 habitantes solamente, los diferentes movimientos en defensa del animal y del medio ambiente alzaron sus voces y lograron que el municipio prohibiera el uso de fuegos artificiales.
La reducción de fuegos artificiales significaría un gran avance a nivel conciencia debido a los peligros de accidentes que disminuirían además de significar menos animales extraviados, más tranquilidad para llevara adelante una síntesis del año y un feliz en encuentro y festejo en paz con la familia.
Si continúan las campañas de éste tipo quizás el 2020 la Ciudad de Buenos Aires sea solamente el eco de un "feliz 2016"de los vecinos y un unánime ruido de choque de copas.